Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
La vida es sueño (Calderón de la Barca)
Sobre mí
Hola, me llamo Jorge Pérez y me gustaría darte la bienvenida a este espacio en el que trato de contagiar mi pasión por la tierra y el vino como consecuencia.
Me gustaría decirte el cómo y el por qué he llegado yo a elaborar vinos, pero la verdad es que no lo sé. Intuyo que fueron un montón de casualidades que me gustaría contarte, para que comprendas mejor mis vinos. Creo que los vinos de verdad cuentan historias y en cierto modo es imprescindible conocer a quién lo elabora.
Creo tener claro el primer contacto vital que tuve con el mundo del vino, fue con mi abuelo, Manuel Pérez. Con él, aprendí que la verdad está en la tierra y las uvas son el fruto del trabajo honesto realizado en el terruño. Gracias a él no confío en los atajos y le doy a cada elemento su tiempo para que madure, penetre, evolucione,… por que como decía mi abuelo… “Jorgiño lo bueno necesita tiempo para formarse”.
Así que quizás esas sean las dos primeras enseñanzas que adquirí de este mundo, la tierra no se explota… SE CUIDA, y lo bueno necesita TIEMPO. Es posible que eso quedara en mi subconsciente y que mi yo niño no se diera cuenta hasta pasados muchos años.
A partir de los 5 años mi mundo giraba entre las tardes de fútbol con los amigos y las tardes de aprendizaje con mi abuelo. Mi pasión eran las primeras pero mi vida serían las segundas, lo que pasa es que yo no lo sabía.
Me encantaría decirte que de niño la bodega y las vides eran mi pasión, pero no, mi pasión tenía forma de pelota y fútbol era su nombre. La verdad es que me apasionaba el deporte y ya de adolescente intenté hacer INEF, pero por causas familiares tuve que estudiar en Orense y elegir una carrera dentro de las opciones que existían en mi ciudad. Así que al ver las diferentes opciones me inscribí en Ingeniero Agrícola y marketing vinícola, ¿por qué? Pues quizás por los excelentes recuerdos que guardaba de las interminables tardes pegado a las piernas de mi abuelo y de las ansias de seguir aprendiendo, quizás…
Durante mis años de carrera debo decir que apenas probaba el alcohol, no me gustaba nada el vino, ni los blancos ni los tintos. A partir del tercer año de carrera comencé a trabajar en bodegas, primero los veranos para después quedarme de forma fija una vez terminados los estudios.
Creo que es en esta época en la que empiezo a comprender el mundo del vino al completo. Por un lado los estudios me habían dado una comprensión muy amplia del mundo agrícola. Lo que había aprendido con mi abuelo era más concreto, se ceñía a trabajar la tierra de una forma concreta con el objetivo de poder elaborar el vino que a él le gustaba.
Al comenzar a catar vinos empecé a ver las tremendas diferencias que existían entre ellos, aún siendo de la misma zona y elaborados con las mismas variedades de uva, unos me gustaban y otros no. ¡Esto fue lo que me enganchó! Comprender el por qué unos me encantaban y otros nada. La investigación me llevó a trabajar para diferentes bodegas, en ellas pude ver ejemplos de diferentes formas de comprender la tierra, pude probar multitud de vinos y conocer cómo se habían elaborado,… en todos esos datos buscaba el vino de mi abuelo y ansiaba conocer cómo podía llegar a él.
En el 2010 y en plena crisis llega una persona sin la que sería imposible que entendiera mi vida, mi hijo Joel. Por aquel entonces disfrutaba de un trabajo fijo y con unas buenas condiciones. Sin embargo comencé a sentir la necesidad de elaborar mi propio vino, de contar mi historia y poder embotellarla.
Nace L´OMBRE (sombra en francés) y con el sigue el sueño. Cargué mi furgoneta de cajas y me recorrí la Península ibérica parando en los restaurantes de referencia, explicando mi proyecto y ofreciendo la prueba de mi vino. Puerta por puerta…
A día de hoy, mi sueño es más grande de lo que me imaginaba. En el año 2016 adquirí la bodega de mis sueños. De más de 400 años, derruida por completo y que intente restaurar lo mas original posible con unos viñedos muy antiguos, en Lentille CENLLE un pueblo prácticamente abandonado y con gran tradición vitivinícola.
A día de hoy produzco 8000 botellas de vino, siendo L´OMBRE treixadura el vino de mis inicios.
¿El futuro? Incierto pero, de lo único que estoy seguro, es de que estaré en donde exista verdad.
Sobre mí
Hola, me llamo Jorge Pérez y me gustaría darte la bienvenida a este espacio en el que trato de contagiar mi pasión por la tierra y el vino como consecuencia.
Me gustaría decirte el cómo y el por qué he llegado yo a elaborar vinos, pero la verdad es que no lo sé. Intuyo que fueron un montón de casualidades que me gustaría contarte, para que comprendas mejor mis vinos. Creo que los vinos de verdad cuentan historias y en cierto modo es imprescindible conocer a quién lo elabora.
Creo tener claro el primer contacto vital que tuve con el mundo del vino, fue con mi abuelo, Manuel Pérez. Con él, aprendí que la verdad está en la tierra y las uvas son el fruto del trabajo honesto realizado en el terruño. Gracias a él no confío en los atajos y le doy a cada elemento su tiempo para que madure, penetre, evolucione,… por que como decía mi abuelo… “Jorgiño lo bueno necesita tiempo para formarse”.
Así que quizás esas sean las dos primeras enseñanzas que adquirí de este mundo, la tierra no se explota… SE CUIDA, y lo bueno necesita TIEMPO. Es posible que eso quedara en mi subconsciente y que mi yo niño no se diera cuenta hasta pasados muchos años.
A partir de los 5 años mi mundo giraba entre las tardes de fútbol con los amigos y las tardes de aprendizaje con mi abuelo. Mi pasión eran las primeras pero mi vida serían las segundas, lo que pasa es que yo no lo sabía.
Me encantaría decirte que de niño la bodega y las vides eran mi pasión, pero no, mi pasión tenía forma de pelota y fútbol era su nombre. La verdad es que me apasionaba el deporte y ya de adolescente intenté hacer INEF, pero por causas familiares tuve que estudiar en Orense y elegir una carrera dentro de las opciones que existían en mi ciudad. Así que al ver las diferentes opciones me inscribí en Ingeniero Agrícola y marketing vinícola, ¿por qué? Pues quizás por los excelentes recuerdos que guardaba de las interminables tardes pegado a las piernas de mi abuelo y de las ansias de seguir aprendiendo, quizás…
Durante mis años de carrera debo decir que apenas probaba el alcohol, no me gustaba nada el vino, ni los blancos ni los tintos. A partir del tercer año de carrera comencé a trabajar en bodegas, primero los veranos para después quedarme de forma fija una vez terminados los estudios.
Creo que es en esta época en la que empiezo a comprender el mundo del vino al completo. Por un lado los estudios me habían dado una comprensión muy amplia del mundo agrícola. Lo que había aprendido con mi abuelo era más concreto, se ceñía a trabajar la tierra de una forma concreta con el objetivo de poder elaborar el vino que a él le gustaba.
Al comenzar a catar vinos empecé a ver las tremendas diferencias que existían entre ellos, aún siendo de la misma zona y elaborados con las mismas variedades de uva, unos me gustaban y otros no. ¡Esto fue lo que me enganchó! Comprender el por qué unos me encantaban y otros nada. La investigación me llevó a trabajar para diferentes bodegas, en ellas pude ver ejemplos de diferentes formas de comprender la tierra, pude probar multitud de vinos y conocer cómo se habían elaborado,… en todos esos datos buscaba el vino de mi abuelo y ansiaba conocer cómo podía llegar a él.
En el 2010 y en plena crisis llega una persona sin la que sería imposible que entendiera mi vida, mi hijo Joel. Por aquel entonces disfrutaba de un trabajo fijo y con unas buenas condiciones. Sin embargo comencé a sentir la necesidad de elaborar mi propio vino, de contar mi historia y poder embotellarla.
Nace L´OMBRE (sombra en francés) y con el sigue el sueño. Cargué mi furgoneta de cajas y me recorrí la Península ibérica parando en los restaurantes de referencia, explicando mi proyecto y ofreciendo la prueba de mi vino. Puerta por puerta…
A día de hoy, mi sueño es más grande de lo que me imaginaba. En el año 2016 adquirí la bodega de mis sueños. De más de 400 años, derruida por completo y que intente restaurar lo mas original posible con unos viñedos muy antiguos, en Lentille CENLLE un pueblo prácticamente abandonado y con gran tradición vitivinícola.
A día de hoy produzco 8000 botellas de vino, siendo L´OMBRE treixadura el vino de mis inicios.
¿El futuro? Incierto pero, de lo único que estoy seguro, es de que estaré en donde exista verdad.